Hace no demasiado tiempo escribí, justamente, que la gráfica se estaba digitalizando saturando con publicidad en lugar de aprovechar la tremenda oportunidad de generar innovadores espacios.
Tengo entendido que la transición desde el papel al online, en lo económico, está complicando a más de un medio. Pero hay límites.

Hay un sólo lugar de todo el medio que es realmente propio. Ese que debería permanecer inalterable. Ese que te hace ser lo que sos y no otra cosa. Es la firma del diario.
Y creo, imagino, supongo, adivino, que ningún periodista de ese medio reemplazaría la suya por el logo de una marca. Ayer, el diario lo hizo.
No es un hecho aislado, además, porque llegó el día que, lamentablemente, La Nación tuvo más publicidad que contenido (gracias a @gerardofilici por su indigación y por la imagen):
En definitiva, es la realización de la sátira que circuló por Internet sobre la evolución de los medios digitales. Cualquier similitud con la realidad, es mera coincidencia:

No los juzgo. Entiendo que las necesidades comerciales apremian. Pero este esquema no es sano ni para el medio, ni para los anunciantes, ni para los lectores. Ahora sí, llegó el momento de "evolucionar".
[UPDATE 19 de Diciembre de 2013]
Otra excelente ilustración que ayuda, también, a graficar este post. (es de reallol.com via @aguscicchilli)
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