Porque parece haber llegado el día en que hacerle bullying a Apple no está tan mal. Ese aura que los volvía intocables y les daba inmunidad absoluta, de a poco, se desvanece.
Se rieron, entre cosas, del pésimo streaming.
Y también, claro, de la pantalla más grande. Vale recordar que no hace muchos meses había una Apple que explicaba por qué el iPhone 5 tenía ese tamaño.
Claro que no es una novedad que Samsung haga este tipo de comunicaciones pero, hasta Ikea desarrolló un catálogo cuya presentación ironiza a los típicos videos Apple.
O, por ejemplo, jamás hubiesémos pensado que luego de una sus Keynotes aparezca un meme como éste:
Porque es cierto, como dijo @sallesino, que "Samsung es el tipo que dice un chiste y nadie lo escucha; Apple es el tipo que dice el mismo chiste y todos se ríen.".
Pero después de este Keynote algo cambió...
¿Qué está perdiendo Apple? La magia. Porque cada una de sus presentaciones era para dar vuelta un negocio. Sin exagerar: revolucionaron la industria de la música y cambiaron la forma en que la escuchamos; y luego sacudieron la categoría de la telefonía móvil matando a Nokia y Blackberry. No sólo eso, Steve nos había acostumbrado a que todo sea perfecto: y no nos dejaba elegir, pues lo que él decidía estaba bien. No seguían ninguna tendencia pues eran ellos quienes las definían. Pero eso no es sostenible. Ni para Apple, ni para nadie. Disculpen la comparación pero hasta Microsoft y Google tuvieron su momento de Cenicienta. Luego se hacen las 12, el hechizo se desvanece y las empresas crecen. Y cuánto más grandes, menos ágiles. No por visión, ni ideología. Simplemente porque tienen otras responsabilidades. Hay un valor que cuidar, accionistas que presionan, la aversión al riesgo crece, y hasta deben lidiar con acusaciones sobre monopolios. Porque ya no tienen que crear magia, ahora tienen que administrar un negocio.
¿Qué está ganando Apple? El negocio. La acción de Apple creció de 1,5 a 102 en los últimos diez años. Es una empresa que pasó de la bancarrota (1997) a vender en el último año (2014) 35.2 millones de iPhones, 13.2 millones de iPads, 4.4 millones de Macs y 2.9 millones de iPod. Hoy tiene que administrar un negocio que hace 15 años tenía que crear. Y por eso el Apple Pay y un reloj que obliga a tener un iPhone. Porque ya tienen su ecosistema instalado, su negocio armado, su vaca atada. Llegó el momento de cuidarla y de sacarle mucha leche.
Y el verdadero desafío de Apple es lograr ese equilibrio: el de la magia y los negocios. El de seguir hamacándose en la telaraña con la misma agilidad que antes pero siendo ahora una vaca. El de seguir siendo amada mientras administra un negocio. El de seguir innovando aún cuando parece no necesitarlo...
El de seguir siendo tan perfecta que nadie la puede burlar.
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